sábado, 14 de mayo de 2011

El Hijo Pródigo

Un hijo pide la herencia, deja la comodidad del hogar y se va de fiesta a gastar lo que no ha ganado y sin embargo merece. Ese hijo somos nosotros.
Un padre deja en completa libertad a su hijo para que experimente la vida y sus consecuencias. Ese padre es Dios.
Nada de lo que le pasé al hijo es voluntad del padre. Nada de lo que le pida el hijo al padre será escuchado.
La obligación del hijo es volver al padre, mientras antes lo haga, antes terminan sus dolores.
La obligación del padre es esperar al hijo, mientras antes llegue, antes empieza su alegría.
Conclusión: por orden de Dios, Dios no te escucha.
Si algún Dios te hace caso, es el demonio. Si alguna iglesia te habla de milagros, es la iglesia del innombrable.
Dios no es vanidoso, no es sensible al halago. Los santos no hacen milagros, es imposible, va contra su ética.
Dios no te escucha. Dios te mandó un manual de instrucciones llamado Nuevo Testamento, el cual tú debes interpretar.
En vez de rezar, es mejor hacer el bien.
Tener un Dios que no te escucha se llama idolatría.

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